Cuando el corazón se enfría,
queda uno a mitad de camino
varado,
dudando.
Escapar al otoño,
o enfrentar el invierno
difíciles opciones son.
Cuando el corazón se enfría,
queda uno con pies inmovilizados,
enterrados en cemento de amor,
petrificado como centinela de piedra,
con el cuello rígido y los ojos buscando en la desesperanza
al salvador horizonte,
no borroso,
no dudoso...
A veces sólo una opción se ve,
dormirse... soñar,
ser montaña en los atardeceres tronando,
pero cuando el corazón se enfría,
se enfría hermoso el paisaje y hermoso vive,
inhóspito.
Tal vez
algunos ya no respiren,
pero tarde o temprano
cuando el corazón se enfría,
se enfría el ser que somos
y cambio
hay.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario