sábado, 12 de abril de 2008

SOLO

Por no asirse a las que volaron,
mis manos caen abatidas,
se ahogan en los bolsillos de mi resignación.

De ser parte desterrado,
desnudo de vida y de aire vacío vestido,
solo... soy todo.

Rodeado de hienas,
con sus ojos sobre mi cordura brillando.
Alumbrando lo más negro de mi mundo en soledad.

Pero cuando mi corazón se convierte en sol
estallan llamas,
ahuyentando de las noches los dientes de la luna
y como gacela, libre del miedo a no ser yo,
corro junto a mis días
a mi destino.

No hay comentarios: