martes, 1 de abril de 2008

OJOS CAIDOS AL MAR

Ahora tu escúchame a mi.
Entiendo los motivos,
el dolor nacido y lo que tu quieras...
pero no dejaré que sigas como una piedra,
impenetrable y duro.

Mira bien sus ojos al mar caídos,
su figura por el sol dorada
y el rostro triste por ti.

Mira bien la soledad que le acompaña,
su corazón desgarrado por el vacío que has creado
entregado al llanto invisible que lacera.

Debes desistir,
cruzar la calle de olas espumosas
y no permitir que el abrigo helado
de tu alma se adueñe.

El amor es así...
deberías saberlo ya.
Es sufrimiento y no puedes dejar de latir
ni dejaré que te conviertas
en simple conducto de fría sangre.

Tus pies, tus manos y labios haré mover.
Así que prepárate,
para abrazarla
besarla
y darle ese amor
que tanto intentas prensar.

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